Proyecto colaborativo internacional sobre los movimientos migratorios a lo largo del s. XIX y XX entre Argentina y España. Colegio Norbridge (Buenos Aires) – IES de Sabón (Arteixo)
La escuela Pro Val Miñor de Nigrán (1909-1936) era una educación laica, progresista y firmemente republicana- inaugurada en Galicia gracias a la acción filantrópica de emigrantes enriquecidos en América. Las sociedades de instrucción fundadas en Buenos Aires, Montevideo y La Habana pusieron en marcha unas 300 escuelas en toda Galicia, pero seguramente ninguna de esas experiencias fue tan ambiciosa como la de la Unión Hispano-Americana Valle Miñor, artífice de las Escuelas Pro Val de Nigrán, Baiona y Gondomar.
“Eran las mejor dotadas y las de mejor práctica pedagógica” , Carlos Meixome
Xosé Manuel Beiras con un artículo sobre la emigración como válvula de escape afirmaba que “de no existir la salida de la emigración este país reventaba socialmente. Emigraban los más audaces, porque había que dar el salto, por lo tanto los más capaces de tomar decisiones ante los problemas, y los más jóvenes”.
Se enseñaba Geografía e Historia de Argentina, Comercio, Francés, Música, Natación o Dibujo y poseía talleres de carpintería y agricultura, transporte propio, una imprenta, un Museo de Historia Natural con colecciones minerales e incluso un esqueleto humano, una amplia biblioteca y una “sección de exploradores” apadrinada por la periodista Sofía Casanova, fue pronto tildada de “fábrica de emigrantes”.
Los planes de estudio se regían por las pautas del Consejo Nacional de Educación de la República Argentina y el orientador pedagógico era también un emigrado, el ourensano Ignacio Ares de Parga, muy cercano a las asociaciones gallegas de la diáspora. En una visita a la escuela recomendó a los profesores no dejar de lado la historia de España y de Galicia. “El alumno de estas escuelas que tiene que emigrar debe irse con la clara visión de lo que fue y de lo que es su patria, para que nunca la olvide”.
El éxito de las escuelas Pro Val Miñor fue notable pero efímero. En 1923, el maestro Eladio Ferreiro fue despedido por desavenencias con los padres del proyecto, Manuel Lemos y Manuel Losada, dos vecinos de Val Miñor enriquecidos al otro lado del Atlántico. Ferreiro rechazaba el sistema de premios y castigos por antipedagógico ydefendía una educación práctica basada en la experimentación.
Pese a su modernidad, para la época, estos colegios no estuvieron exentos de críticas. Se los acusó de favorecer la emigración o de desgalleguizar a los alumnos. El catedrático de la Universidad de A Coruña Narciso de Gabriel señala en su texto de las actas del congreso la hipótesis de que, de no experimentar el intenso proceso migratorio que vivió, Galicia alcanzaría un nivel de alfabetización inferior, también en el caso de las mujeres, -educadas en estos centros, según Vicente Peña, primero para ser madres y esposas, pero después también para salir al exterior-.
FUENTES CONSULTADAS
http://elpais.com/diario/2011/07/07/galicia/1310033904_850215.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/07/13/galicia/1310552076.html