Proyecto colaborativo internacional sobre los movimientos migratorios a lo largo del s. XIX y XX entre Argentina y España. Colegio Norbridge (Buenos Aires) – IES de Sabón (Arteixo)
Félix Luna evoca, en su libro Soy Roca, a Gumersindo García, mayordomo del presidente, hombre que, de a poco, fue ascendiendo desde su primitiva ocupación de mucamo, gracias a su bonhomía y fidelidad.
Gumersindo es gallego y empezó a trabajar en la casa de Félix Luna, abogado, historiador y escritor argentino. Gumersindo tenía entonces 28 años. A fuerza de honradez y fidelidad, fue ocupando una posición muy diferente a la de su original oficio de mucamo; llegó a ser el hombre de confianza, el que se ocupa de su dinero y bienestar. “Yo me he dejado ganar poco a poco por este hombre que es el arquetipo de la lealtad y el servicio prestado con cariño y devoción. Hace unos días me mostró su tesoro más preciado: un puñado de cartas que le he ido escribiendo a través de los años. Noté que son bastantes: creo que es la persona a la que me he dirigido epistolarmente con más asiduidad”, contaba Félix. También confesaba que durante su vida política tuvo que acostumbrarse a no “entregarse demasiado”, cuidar sus palabras y administrar sus sentimientos, pero sin embargo, Gumersindo demostraba ser completamente diferente a eso. Lo describió como dotado de inteligencia natural.
En palabras del Dr. Luna: “No dudo que Margarita (su esposa) y él serán los que me lloren con más sinceridad cuando abandone este mundo»
Hecho por Sol.