Proyecto colaborativo internacional sobre los movimientos migratorios a lo largo del s. XIX y XX entre Argentina y España. Colegio Norbridge (Buenos Aires) – IES de Sabón (Arteixo)
De España, en general del Ferrol, de La Coruña, de Vigo sobre todo, sí llegaban muchos barcos de vela, rebosando de trabajadores, aprensados como sardinas (…) En cierto sentido eran como cargamento de esclavos”
“Las condiciones en que viajaban los inmigrantes no se correspondían con las descripciones de los folletos distribuidos por el gobierno argentino. En 1907 se tomaron medidas para mejorar la travesía, disponiendo que cada pasajero tenía derecho a una superficie mínima de 1.30 metros cuadrados, a una cama de 1,80 metros de largo, a utilizar cocinas y baños a bordo así como a un médico”
Hay testimonios de emigrantes gallegos y asturianos que afirman:
“Las camas consistían en unos cajones parecidos a la mitad de un ataúd que sirve de último reposo hombre y muchas veces al verme acostado venía a mi memoria el más triste de los recuerdos humanos ¡la muerte! El colchón no era otra cosa que un saco lleno de yerba seca, y por almohada teníamos unos pedazos de corcho unidos entre sí por unas cintas y cubiertos de lona, a los cuales llamaban salvavidas, además a cada persona le dieron una manta o cobertor para cubrirse”
Los aspectos desagradables de la travesía son evocados en muchos testimonios:
“Había en ese barco a la vez, mucho hacinamiento y revoltijo. Era imposible encontrar un lugar limpio para sentarse porque el piso estaba lleno de mondaduras de frutas y restos de galletas o de comidas. Contaba que muchos se mareaban por el mal de mar, y que en los dormitorios flotaban olores nauseabundos, por los vómitos y porque las criaturas orinaban en cualquier rincón”
El escritor Rodolfo Alonso afirma, refiriéndose a los exiliados gallegos:
“si Buenos Aires –y con ella la Argentina- hacía ya mucho tiempo que estaba recibiendo a cientos de miles de inmigrantes (obligados a abandonar una Galicia feudal y sin futuro, que no podía mantenerlos ni educarlos), a partir de la injusta derrota republicana en 1939 vería llegar otra clase de viajeros: los exiliados. Eran poetas, artistas, políticos, periodistas, científicos, universitarios, sindicalistas, editores. Que, firmemente afianzados en su colectividad, entonces ejemplar: Alfonso R. Castelao, no sólo líder político sino en realidad un humanista, durante décadas convirtieron a Buenos Aires en la auténtica capital de la cultura gallegaenmudecida en su tierra por el franquismo”
FUENTES :
http://www.monografias.com/trabajos11/elviaj/elviaj2.shtml#ixzz34enuJJrB
http://inmigracionyliteratura.blog.arnet.com.ar/
http://www.math.bu.edu/people/ horacio/anc-cast.htm
Savoia, Claudio: “El equipaje de los sueños”, en Clarín, Buenos Aires, 14 de enero de 2000.
Busco barcos que salieron de A Coruña con emigrantes a fines de setiembre principios de octubre y arribados a Buenos Aires el 10/10/1907 fecha que mí abuelo Francisco Vázquez llego a buenos aires en un barco presumiblemente llamado de santa fe pero que pudo tener otro nombre en esa fecha