Proyecto colaborativo internacional sobre los movimientos migratorios a lo largo del s. XIX y XX entre Argentina y España. Colegio Norbridge (Buenos Aires) – IES de Sabón (Arteixo)
Llego con 17 años a Argentina, fundo la empresa » La superiora» y se convirtió en uno de los empresarios mas importantes de la región de cuyo.
Manuel había viajado a Argentina por recomendación de sus amigos aunque se instaló en un hostal, Manuel sabía lo que quería aunque primero optó por abrir una agencia de quinielas y fracasó en el intento pero no desistió y por su estilo pintoresco y afable se codeaba con la gente de clase alta de Argentina.
En un nuevo intento por seguir su rumbo, optó por dedicarse a los viñedos. Era la punta de un iceberg que lo llevaría a ser considerado un empresario exitoso.
Poco a poco supo esperar y empezó en en unas oficinas de casa de un amigo hasta que su gran visión para los negocios hizo que pronto se pasara a un piso de la Capital Federal, pronto abrió mas sucursales en distintas partes de Buenos Aires, hasta que decidió comprar por recomendación tierras de mejor calidad concretamente en Mendoza y San Juan y empezó el verdadero éxito de La Superiora S.A
Abasteciendo a sitios regentados por gallegos nunca olvidaba su ciudad natal y gracias a su empresa la calle Dr. Ortega es conocida popularmente como la Superiora en honor a su bodega.
Manuel nunca pudo imaginar de la importancia de su nombre en distintas provincias entre ellas San Juan, que en una calle de su departamento ( Rawson) lleva su nombre, aunque allí se le llamara de otra manera, la gente le sigue llamando la Superiora, como el bautizo a su bodega.
Lourido era aún un desierto arenal y el tenía ya un ambicioso plan para urbanizar el lugar. En 1929 tenía ya los Planos de Urbanización de la zona destinada a la gran playa y ciudad de verano ‘América Latina», como rezan las leyendas de las numerosas carpetas que guardan planos, perspectivas, red de alcantarillado, traída de aguas, electrificación,hasta capilla. Un ambicioso proyecto muy adelantado a la España de ese tiempo.
Desde esas fechas aquella playa de Lourido dejó de llamarse así para pasar a ser Playa América, pese a todos los intentos de recuperar el patronímico que recuerda el oro de sus finas arenas. Y el sueño de aquel amante de su tierra, convertir un arenal en una zona residencial balnearia, fue realidad.
En los años 30 el señor Lemos construyó una serie de chalés en la línea de playa que al principio se alquilaron y al final de esa década y en los 40 se compraron, además de construirse otros particulares. Llevaban nombres como Villa Rita, Villa Pura, Villa Pía, Villa Mendoza, La Chocita, Pabellón Bleu (un hotel), Nidito de Amor, Noche de Bodas, La Superiora, la Casa Blanca... Si en los 30 hubo una primera eclosión, el asentamiento de veraneantes comenzó en los 40, en que se instalaron allí para las vacaciones los Amado de Lema, Leandro Fernández, Asenjo, Álvaro Elices, Tomé, Durán, Portanet, Álvarez, Romero, Salgado, Jesús García, Cáceres, Villanueva, Rosés, Alonso, González Sierra, Ruiz, Kruckenberg, Conde, Roura, Barreras.
Recuerdos. El hangar de los Lemos, con alquiler de avioneta ya en 1938 y Rial tocando el silbato cada vez que despegaba, para prevención de cuatro bañistas; «O Canto», lugar de pecado entre cañas en la esquina de la playa; el chalé-torre «Quirosno», donde veraneaban el magnate de los cines Fraga, abajo, y Jaime de Armiñán con su padre, gobernador de Lugo, arriba; las casetas de baño y toldos que alquilaba Ramiro y las picaduras de fanecas que curaba; el guarda de la playa, Paco, que ponía hasta multas; la «tierra de nadie», entre Panxón y Playa América; Fleta, Álvaro de la Iglesia… como veraneantes; el bar Eladio ¡Y aquel Pabellón Bleu! Los hijos hoy jubilados de aquellos veraneantes primeros, recuerdan aquel Pabellón Bleu con pista de tenis en que sus padres se reunían a cenar y bailar con orquesta. Buena cocina, y qué bueno el filete Chauteabriand, según cuentan.
Pero fue el Angelito, abierto en 1947 como tienda y luego bar y restaurante, lo que se convirtió en lugar de encuentro a partir de los 50, centro de la vida social de Playa América.
A partir de los 60, con la explosión constructiva, vino el «boom» turístico que rompió la homogeneidad exclusiva de la zona, invadida en verano, tranquila en invierno.
Así la gente de Nigrán mira con cariño la playa y toda su historia de aquel hombre , soñador que viajó a Argentina a hacerse grande hasta su ultimo aliento en 1949.
FUENTES:
Fotos:
Video de Nigran y su gente:
Documentación:
http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=224498