Proyecto colaborativo internacional sobre los movimientos migratorios a lo largo del s. XIX y XX entre Argentina y España. Colegio Norbridge (Buenos Aires) – IES de Sabón (Arteixo)
Los gallegos emigraban a Suiza debido a la miseria que en los años 50/60 había en Galicia. Los primeros gallegos llegaron a Suiza en 1958 y 1959 para abastecer a las fábricas de la parte de lengua alemana que producían sin cesar. Con una Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial y en plena reconstrucción, las factorías suizas -que habían quedado intactas en el conflicto- mantenían un alto ritmo industrial gracias a la emigración italiana llegada con anterioridad. Poco después, en 1961, Suiza y España suscribían un acuerdo para la contratación de mano de obra.
Integrarse en el país no era del todo fácil; en algunos bares se podían ver los carteles en la entrada con la frase de «PROHIBIDO GALLEGOS»
El emigrante debía aprender un idioma como el Inglés o el Alemán pero a lo largo del tiempo debido a la cantidad de gallegos que se juntaron en Suiza, el gallego acabó siendo una de las lenguas extranjeras mas habladas en el país.