Trabajo Interdepartamental por Proyectos del aula de Educación Secundaria de Adultos. “No se educa a la mujer sino que se la doma…Cuando se cambie esto, la humanidad entera evolucionará.” Doña Emilia Pardo Bazán
El Derecho fue otra de sus grandes pasiones, y a la que dedicó gran parte de su vida y en lo que respecta a la mujer su pluma se encolerizaba al máximo ante la discriminación y la sacó a la luz pública.
En su obra La mujer del porvenir, Arenal dice:
“Las contradicciones de la ley pesan sin lenitivo alguno sobre la mujer desdichada. Exceptuando la ley de gananciales, tributo no sabemos cómo pagado a la justicia, rayo de luz que ha penetrado en oscuridad tan profunda; las leyes civiles consideran a la mujer como menor si está casada, y aun no estándolo le niegan muchos de los derechos concedidos al hombre.
Si la ley civil mira a la mujer como un ser inferior al hombre, moral e intelectualmente considerada ¿por qué la ley criminal le impone iguales penas cuando delinque? ¿Por qué para el Derecho es mirada como inferior al hombre, y ante el deber se la tiene por igual a él?
¿Por qué no se la mira como al niño que obra sin discernimiento, o cuando menos como menor?
¿Por qué la conciencia alza su voz poderosa y se subleva ante la idea de que el sexo sea motivo de impunidad? (…)
Es monstruoso lo que resulta entre la ley civil y la criminal; una nos dice: —Eres un ser imperfecto, no puedo concederte derechos—. La otra: —Te considero igual al hombre y te impongo los mismos deberes; si faltas a ellos incurrirás en idéntica pena.”
Fuentes: Arenal, Concepción: La Mujer del Porvenir, Madrid, Ricardo Fe, 1884